sábado, 16 de mayo de 2015

¡TÁMBOLA - CAMINA!

 En el Centre Hospitalier Monkole de Kinshasa en la República Democrática del Congo consiguen un pequeño milagro con cada operación. Niñas y niños que por desnutrición tienen graves secuelas del raquitismo están condenados a la marginalidad y a la pobreza, por no poder caminar, en un país que todo se hace a pie, recuperan la normalidad tras ser intervenidos. Vale la pena colaborar en este proyecto.
El traumatólogo Dr. J.J. Echarri con Miguel Riera del Colegio Bell Lloc visitando a un niño recién operado gracias a Támbola
El Proyecto "Támbola" ("Camina", con Lingala) consiste en el apadrinamiento de niños que necesitan ser operados por malformaciones en las piernas. El Dr. Echarri de Monkole lleva más de 20 años operando niños pobres en el Congo, la generosa ayuda proporcionada por los alumnos de 1º y 2º de ESO del Colegio Bell Lloc de Girona ha hecho posible que se pueda operar a varios niños sin recursos.


Una niñita antes y después de la intervención.
Un pequeño antes y después de operado.


jueves, 16 de abril de 2015

DE SEGUNDO LANGOSTAS 

Cada día el reto de millones de africanos es conseguir un mínimo de comida para sobrevivir. La base de la alimentación en muchos países de África es la mandioca. Por las sendas forestales de tierra roja se ven caminando las mujeres, normalmente con un niño en la espalda, un bulto sobre la cabeza y un machete en la mano, van y vienen en busca de ese alimento que después tendrán que machacar en un gran mortero con un largo y grueso palo, esa acción es una típica estampa africana que en algunos poblados está desapareciendo al disponer de pequeños molinos que, por una porción de la molienda o unos céntimos, en pocos minutos ahorran un trabajo pesado y prolongado.
Pero en ese continente hay un tremendo problema que no es fácil de solventar: la gran carencia de proteínas. Un recurso son los insectos, entre ellos, los grillos, las langostas y los gorgojos de las palmeras son una fuente de calorías, proteínas, hierro y vitaminas. La primera vez que un occidental ve un plato de condimentados no deja de impresionarle al no estar acostumbrados a esos “manjares”.  No deja de ser una costumbre gastronómica desarrollada por la necesidad y que se da también en otros lugares como en China y América del Sur.
En algunas zonas del Congo se pueden ver niñas pequeñas cavando en la arena para coger insectos. En los troncos podridos de palmera es donde se encuentran los gorgojos que después fritos son un complemento dietético que puede ayudar a evitar algunas enfermedades carenciales. Estas se dan frecuentemente en los niños por la malnutrición. En el Congo GIRAFRA colabora en un programa de atención sanitaria a niños con tremendas  deformidades de las extremidades inferiores por raquitismo. Esta patología no se da en los países desarrollados donde por contraste un grave problema sanitario de primer orden es la obesidad mórbida por exceso alimentario. Unos tanto y otros tan poco…

jueves, 29 de enero de 2015

TUNGIASIS EN NGEBA Y MONJAS NO DE BOTAS
La tungiasis es una lesión dermatológica producida por la hembra de una pulga, que una vez fecundada, penetra en la piel y anida principalmente en los dedos de los pies debajo de las uñas. Inicialmente tiene un tamaño de menos de 1 mm, pero puede incrementarlo por 10 antes de desovar entre 150 y 200 huevos. En el África Subsahariana es relativamente frecuente.
Produce una pápula enrojecida, que puede llegar a tener 2 cm de diáme­tro, que provoca dolor y picor. En el centro de la lesión hay un punto negro que es la parte posterior del abdomen de la pulga por donde expulsará los huevos al exterior.
El tratamiento es el curetage y lavado de la lesión. Se puede reconocer fácilmen­te el parásito al extraerlo. Si el paciente no tiene la vacunación antitetánica la debe recibir.
Se previene evitando andar descalzo o con calzado abierto  en los lugares donde esta pulga existe.




En agosto del 2014, a los pocos días de estar en Ngeba la expedición que hicimos para construir lavabos para la escuela de niñas de  las religiosas de la Madre Laura, y dar atención médica a la población, hubo que tratar a una de las hermanas por tungiasis, que ellas llamaban niguas. Por el calor y por comodidad iban en chanclas con alto riesgo de infectarse, después de extraerle el gusanito, que lo hizo Cristina que era la experta del lugar en “operar” con un palillo y una cuchilla de afeitar, le dijimos a las hermanas que tenían que cambiar y a partir de entonces ser monjas de botas. Hay que decir que devotas ya lo eran. Pasaron muy pocos días y varios "mundeles" (hombres blancos) de la expedición comenzaron a quejarse de dolor, principalmente nocturno en los dedos de los pies, y Cristina tuvo que emplearse a fondo para quitar gusanos. A alguno, a pesar de ir bien calzado siempre, se le manifestó la tungiasis ya de vuelta a Europa.
Lavabos ya terminados 

Se consiguió acabar el proyecto de los lavabos y las hermanas Flania y Mercedes quedaron muy contentas, su orden es de origen colombiano al igual que la mayoría de ellas. Es una maravilla la labor que hacen de promoción de la mujer, de atención a los más pobres, enfermos y desvalidos, con su entrega desinteresada intentan aliviar un poco las grandes carencias que hay en esos remotos lugares y son un foco de esperanza para muchas de las personas con las que conviven.


sábado, 3 de enero de 2015

TOUMBOKRO MATEMÁTICAS Y COCODRILOS



Niñas de Toumbokro en el ramadán de 2011
Visita médica en un aula de la escuela de Toumbokro en el 2011
El pasado verano volví a visitar el Centro Médico Walé de Yamousoukro, en Costa de Marfil, y el dispensario de Toumbokro que depende de él situado a unos 30 km en un área rural de predominio musulmán.  La última vez que estuve allí fue el verano de 2011, desde entonces Walé se ha ido consolidando, pero el que ha experimentado un gran cambio ha sido el dispensario.  Entonces estaba en construcción y las visitas médicas se hacían en un aula de la escuela del pueblo. Me sorprendió ver en otra clase próxima la pizarra llena con un problema de matemáticas que incluía ecuaciones con logaritmos neperianos. No pude resolver el enigma que entrañaba esa pizarra, supuse que en esa escuela perdida en África había un profesor con estudios superiores que preparaba a algún alumno aventajado para ir a la universidad…

Ahora ya está acabado el dispensario y las instalaciones, aunque sencillas, están bien cuidadas con orden y limpieza e incluyen además de despachos de visita, un pequeño laboratorio, una pequeña farmacia y una sala en la que se atienden partos no complicados.
La pizarra con matemáticas

Nuevo dispensario de Toumbokro
Yamousoukro es la capital administrativa del país, era la patria chica de Houphouet-Boigny el antiguo presidente que quiso que su pueblo se convirtiera en una gran metrópoli. Para ello, y con visión de futuro, hizo unas amplísimas avenidas de kilómetros de largo, que en gran parte todavía están desiertas y sin edificaciones, también construyó  una basílica majestuosa, réplica de la de San Pedro del Vaticano, una gran mezquita, un gran aeropuerto, una universidad y un gran palacio presidencial con la característica de que está rodeado en parte por un lago con cocodrilos.


Una de las atracciones de la ciudad era ir a ver a las 5 de la tarde a los cocodrilos.  Allí estaba un viejo llamado Dicko Toké que llevaba casi 40 años alimentándolos.  Vendía pollos a los turistas para que vieran como se los comían los cocodrilos y además se atrevía a bajar donde tomaban el sol esos anfibios y se paseaba entre ellos y les cogía la cola. Pregunté si todavía seguía haciendo ese espectáculo, y me dijeron que se había acabado en  agosto del 2012, pues Dicko dio un mal paso y fue engullido por “El Capitán” que era como llamaba al ejemplar más grande. Pensé en el dicho de “no morder la mano que te da de comer”, al pobre Dicko lo mordieron entero y ahora dicen que a esos cocodrilos se les ven lágrimas en sus ojos.
Antonio Villalonga 
Dicko, turistas y cocodrilos el verano de 2011