jueves, 16 de abril de 2015

DE SEGUNDO LANGOSTAS 

Cada día el reto de millones de africanos es conseguir un mínimo de comida para sobrevivir. La base de la alimentación en muchos países de África es la mandioca. Por las sendas forestales de tierra roja se ven caminando las mujeres, normalmente con un niño en la espalda, un bulto sobre la cabeza y un machete en la mano, van y vienen en busca de ese alimento que después tendrán que machacar en un gran mortero con un largo y grueso palo, esa acción es una típica estampa africana que en algunos poblados está desapareciendo al disponer de pequeños molinos que, por una porción de la molienda o unos céntimos, en pocos minutos ahorran un trabajo pesado y prolongado.
Pero en ese continente hay un tremendo problema que no es fácil de solventar: la gran carencia de proteínas. Un recurso son los insectos, entre ellos, los grillos, las langostas y los gorgojos de las palmeras son una fuente de calorías, proteínas, hierro y vitaminas. La primera vez que un occidental ve un plato de condimentados no deja de impresionarle al no estar acostumbrados a esos “manjares”.  No deja de ser una costumbre gastronómica desarrollada por la necesidad y que se da también en otros lugares como en China y América del Sur.
En algunas zonas del Congo se pueden ver niñas pequeñas cavando en la arena para coger insectos. En los troncos podridos de palmera es donde se encuentran los gorgojos que después fritos son un complemento dietético que puede ayudar a evitar algunas enfermedades carenciales. Estas se dan frecuentemente en los niños por la malnutrición. En el Congo GIRAFRA colabora en un programa de atención sanitaria a niños con tremendas  deformidades de las extremidades inferiores por raquitismo. Esta patología no se da en los países desarrollados donde por contraste un grave problema sanitario de primer orden es la obesidad mórbida por exceso alimentario. Unos tanto y otros tan poco…