viernes, 28 de noviembre de 2025
Campo de trabajo en KENIA del martes 29 de julio al lunes 18 de agosto de 2025
Después de seis veranos en Uganda, cambiamos a Kenia, porque Eugeni, conocía a Lechan, un masai que facilitó todo para hacer el campo de trabajo en su pueblo, Emorogi, cercano a Tanzania, a 2200 metros de altura. El proyecto consistió en construir dos aulas, atención médica y dental de la población y clases, deportes y juegos a los niños. Colaboramos las fundaciones GIRAFRA de Girona, ADESCI de Barcelona, la East Asian Educational Association de Hong Kong y el apoyo del Eastland College of Technology (ECT) de Nairobi, y participarían universitarios de los tres países.
Al aeropuerto de Nairobi nos vino a buscar Dennis que estaría en el campo de trabajo, y nos llevó al ECT. Se nos unieron los de Nairobi: George, Timothie, Michael Angelo, John, Edward, Jude, y los de Hong Kong: Eugeni, Peter Herber, Fr. Michel Díez, Ken, Brian, Andrew y Oscar que era el más joven. Fuimos a Emorogi pasando por Narok, donde habíamos comprado los medicamentos. En Emorogi nos recibió un grupo de masais encabezados por Lechan, Charles, Raphael, Stanley, Boniface, todos amabilísimos; vestían la típica shuka, manta de colores vivos. Muchos tienen una gran perforación en el lóbulo de sus orejas. Las mujeres van elegantísimas con abalorios multicolores. El paisaje era majestuoso, una inmensa sabana. Los habitantes se dedican a la ganadería. Vivíamos en la escuela, transformamos aulas y despachos en comedor, sala de visitas médicas y dormitorios.
Los masais son una de las tribus más famosas de África, en las tertulias nocturnas, alrededor de una hoguera para aliviar el frio, nos explicaron sus creencias, su cultura y costumbres y compartimos algunas de estas como sus típicas danzas con saltos y sus cantos, celebraciones como una comida campestre, y visitamos sus hogares llamados manyatas.
Para el trabajo se formó un grupo de construcción capitaneado por el arquitecto Iñigo Ugalde, con Ignaci Puig, Tomás, Jorge y los no sanitarios, que hicieron labores de ayuda a los paletas para construir dos aulas; y otro grupo de personal sanitario con los tres médicos, Antonio, Marc y Santi, estomatólogo que extrajo 300 piezas dentarias a 230 pacientes, Pablo y Carlos estudiantes de medicina, Oscar de enfermería, dos Migueles, y Michel Angelo de farmacia. Nos ayudaban, y hacían de traductores del masai al inglés, Elias “medical officer”, y Penina, una enfermera del “health center” de Entasequera que era el más cercano a Emorogi. Peter, hizo de optometrista y repartió más de 200 gafas.
Además, fuimos a los poblados vecinos de Kone e Ilkerin, para atender a los pacientes de esos lugares. Los caminos estaban en malas condiciones, tuvimos que pararnos varias veces por los rebaños de vacas y de ovejas que los obstruían; vimos ñus, cebras, gacelas, antílopes y un gran avestruz. Jorge, herpetólogo, cazó una serpiente bufadora de más de un metro, es la que ocasiona más muertes en África. Acabó asada en el rescoldo de la hoguera y los pocos que quisimos nos la comimos. No hubo ningún caso de malaria porque a esas alturas y temperaturas no hay mosquitos. La patología más frecuente fueron los dolores musculoesqueléticos, la hipertensión arterial, las infecciones respiratorias y cataratas; en total se beneficiaron casi 1.500 personas.
Los de la construcción trabajaron fuerte y al final pudimos ver las dos aulas acabadas. Por las tardes, se daban clases de inglés y mates a los críos y después se organizaban partidos de futbol multitudinarios, y también de voleibol.
La despedida fue muy emotiva; habían sido unos días de confraternización de masais, chinos, kenianos y españoles en un ambiente muy amable que nos dejó el deseo de volver a repetirlo en años posteriores.
Al volver al ECT me reencontré con Moses que nos llevó al slum Mukuru, un barrio pobrísimo de barracas. Visitamos a unos cuantos enfermos y les llevamos comida o dinero.
Después fuimos a Strathmore University, nos recibió Anthony Kahindi, el Secretario, que fue muy espléndido, nos invitó a comer y nos mostró las diversas facultades; había un ambiente estudiantil muy atractivo, y más de uno le dijo que le encantaría estudiar en su universidad.
viernes, 14 de noviembre de 2025
MISION EN EL HOSPITAL DE CANCHUNGO EN GUINEA BISAU DESDE GAMBIA CRUZANDO EL SUR DE SENEGAL DEL 19 AL 27 DE JULIO DE 2025
Escribe este apunte el Dr. Antonio VIllalonga. El Dr. Antonio Huete, Curro para los amigos, de la Fundación Sara Allud, volvió a llamarme para que fuera a Ziginchor en Senegal. Iban a ir muchos cirujanos y ginecólogos pero inicialmente ningún anestesiólogo, le volví a decir que sí y compré un billete para Banjul, en Gambia, que está a 150 Km por carretera, unas 3 horas. Pasó un poco de tiempo y ese plan se vino abajo, pero en su lugar con la mismas fechas organizó una misión de 23 profesionales, incluida una anestesióloga, Rocio, para visitar pacientes y operar en dos quirófanos en el Hospital de Canchungo, en la Guinea Bisáu. El cambio me supuso un viaje por unas carreteras llenas de baches, con Paul un guineano que vino a guiarme, con diversas furgonetas de uso público y pasar por tres países, Gambia, Senegal y Guinea Bisáu, con tres idiomas distintos, inglés, francés y portugués y cruzar dos fronteras a lo largo de todo un día. En nuestro viaje pasamos por la ciudad de Ziginchor en Senegal a orillas del rio Casamanza.
El hospital lo habían hecho los chinos hacía más de un año y los quirófanos no se habían utilizado nunca. A la entrada del Área Quirúrgica había un rótulo que prohibía entrar con armas. Con Rocio probamos la máquina de anestesia, con instrucciones en chino, y no funcionaba. Nos dijeron que en toda la zona dependiente del hospital no se hacían cesáreas y enviaban las pacientes con ambulancia a Bisáu, la capital a 2 horas de camino, con el gran riesgo que eso supone.
Rocio era la primera vez que hacía cooperación, le expliqué que haríamos lo mismo que en otros quirófanos africanos con carencias. Enseguida se convirtió en una experta y pudimos operar unos cien pacientes, contando también las intervenciones con anestesia local. La mayoría de los casos fueron hernias de la pared abdominal, pero tuvimos también una apendicitis, una colecistectomía y algunos casos graves como dos tumores ginecológicos.
Habilitamos una sala como Unidad de Recuperación Postanestésica y allí José, el neumólogo nos trajo tres pacientes con insuficiencia respiratoria muy grave que también atendimos. Dio la coincidencia que los sanitarios del hospital estaban en huelga y no pudieron aprender mucho de lo que hicimos.
La Unidad de Recepción de Pacientes y Recuperación Postanestésica (URPA)
Guardo un grato recuerdo de esa semana que pasé en Canchungo por la experiencia de la aventura que supuso el viajar como un africano con Paul por tres países, por el buen trabajo que realizó el grupo de buenos profesionales que funcionó muy unido y por los nuevos amigos que hice. No pude visitar Canchungo, solo caminábamos del hotel al hospital y viceversa por la avenida Titina Sila, la más importante de la población, muy animada por los puestos de ventas que había en las aceras; y de vez en cuando nos cruzábamos con algún cerdo que se alimentaba con los desechos; pasábamos delante de la iglesia y de la Torre del agua, un edificio colonial muy estilizado en estado ruinoso, pero con un atractivo romántico, en su parte superior fruto del descuido y abandono habían crecido varios arbolitos que le daban un encanto especial.
domingo, 13 de julio de 2025
En BAGANDOU del 2 al 12 de junio de 2025
No preveía volver a Bagandou, porque el Dr. Bento se jubiló de cooperante, pero me llamó el Dr. Antonio Huete, que tiene la Fundación Sara Allud, y me pidió si podía ir como anestesiólogo a una misión quirúrgica con él, su hermana Sara y dos cirujanos generales llamados Miguel Lorenzo que son padre e hijo. Cuando llegamos a la República Centroafricana tenía la sensación de volver a casa, pues me encontré con mucha gente buena conocida: con las hermanas combonianas (Donata, Anna, Juliette, Carla, Daniela), el obispo de Mbaiki que es español, con Krzysztof el sacerdote de Bagandou, y Kasia una misionera laica polaca, con el Dr. Prince y los trabajadores del hospital; (Lucía estaba en Roma y su lugar lo ocupaba Josefina, una ecuatoriana encantadora).
El hospital tenía mejoras, las consultas y las habitaciones las había pintado un artista de Bangui con colores cálidos y había dibujado unas palmeras en las paredes que quedaban muy originales y vistosas.
Hicimos 33 intervenciones, entre ellas una cesárea urgente que se resolvió muy bien; también operamos de urgencia de una mujer joven en muy mal estado general, resulto ser un coriocarcinoma, le extirpamos el útero y los ovarios; evolucionó muy bien y estaba muy agradecida porque era consciente del peligro de su extrema gravedad y recibirá quimioterapia. Dejamos mucho material y GIRAFRA regaló videolaringoscopios caseros.
El domingo la Misa, la iglesia estaba a rebosar de gentes de todas las edades, la celebración muy solemne, con procesión inicial, fue una fiesta de color, cánticos acompañados de palmas, movimientos rítmicos y de la alegría de todos. Al acabar la gente se quedaba alrededor de la iglesia saludándose, charlando y los niños jugando. Coincidimos que a pesar de que había durado casi dos horas, nos había parecido corta y eso que toda fue en sango, sin que entendiéramos ni pio. Visitamos a los pigmeos en su campamento y pude comprobar, que el pueblo se ha ido expandiendo hacia donde tenían el campamento inicial y los bantús les han ido desplazando más lejos, ocupando injustamente los lugares que ellos tenían.
En el viaje de vuelta coincidimos con un policía nacional y un guardia civil destinados en misión en la RCA que volvían a España de vacaciones, y también con la cónsul honoraria de España en la RCA y una chica de Vallecas que trabajaba para MSF. En la pista había aparcados dos grandes aviones rusos de carga Ilyushin II-76; en nuestro avión viajaban muchos rusos. Nosotros volvimos muy contentos de la gran hospitalidad recibida por los viejos amigos y de haber hecho nuevos.
lunes, 23 de junio de 2025
ESTANCIA DEL DR. VILLALONGA EN EL LIKUNI MISSION HOSPITAL DE MALAWI
El Dr. Villalonga estuvo del 4 al 14 de mayo visitando el Hospital Misión de Likuni una localidad a 10 Km de Lilongwe la capital de Malawi. Esta cooperación se hizo solicitada por NAMA, una fundación de Navarra de ayuda a África con la que también colabora el Dr. Villalonga. Se trataba de conocer el funcionamiento del centro para ver como NAMA podrá ayudarles a incrementar y mejorar su actividad. Aprovechamos para llevarles material médico, y dos videolaringoscopios caseros que se montan con la ayuda de GIRAFRA Y COPYCAT que hace la impresión 3D de los mangos, también dimos ayuda para escolarizar a varios niños. Fue una estancia muy grata, con mucho trabajo y numerosas reuniones con todo el personal del hospital y visitas a todas las dependencias. Un día de fiesta aprovechamos para ir al lago Malawi y pudimos bañarnos.
MATERIAL PARA CONGO: KINSHASA Y TSHUMBÉ
El viernes 28 de febrero llevamos al contenedor marítimo, que sale de Valencia con destino a Matadi, en la República Democrática del Congo, 12 paquetes con material diverso para el Hospital Monkole (baterias, sábanas, vendas, apósitos, mascarillas, pelotas obstétricas, chupetes, etc.), para el colegio Bozindo (lápices, bolígrafos, rotuladores, libretas, pendrive, tarjetas de memoria, balones de futbol, etc.), y para la diócesis de Tshumbé, que conocí a su obispo, Vincent Tshoma, cuando era sacerdote en Kinshasa y nos ha pedido ayuda, porque está en el centro del país y hay mucha pobreza y no tienen de nada, y les enviamos mucho material liturgico (sagrario, custodia, cruces, imágenes, cuadros, candelabros, casullas, albas, etc.).
martes, 3 de diciembre de 2024
HACIA LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y LA PROMOCIÓN DEL LIDERAZGO DE LAS MUJERES A LAS ZONAS RURALES DE KIMWENZA Y KAKULABASHIKE
La República Democrática del Congo (RDC) pese a su riqueza en recursos naturales, tiene problemas graves de desnutrición. La inseguridad alimentaria afecta a millones de personas, especialmente en áreas rurales y zonas de conflictos. Con este proyecto llevado a cabo por GIRAFRA, conjuntamente con la Fundación Montblanc y con la financiación de la Generalidad de Cataluña, se ha conseguido que las campesinas participantes hayan incrementado la cantidad y variación de su producción agrícola y que sus familias y las comunidades de su entorno dispongan de más alimentos.
Las familias del proyecto han contado con más diversidad de productos agrícolas como cereales, vegetales, frutas y legumbres, que ha enriquecido su dieta, factor primordial para reducir la malnutrición. Uno de los grandes problemas en la RDC es la monotonía de la dieta, que se basa principalmente en la yuca o mandioca, con este proyecto se ha introducido el cultivo de hasta más de veinte productos agrícolas como berenjenas, tomates, pimientos, cebollas, coles, patatas, etc. Así, las familias acceden a una variedad de alimentos que aportan una gama de nutrientes esenciales, vitaminas y minerales que son clave para combatir la malnutrición y prevenir enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, hipertensión arterial y algunos tipos de cáncer así como la anemia, la deficiencia de vitamina A y trastornos del sistema inmunológico, que son comunes a la RDC. Con el proyecto se ha conseguido cuadriplicar la producción y triplicar los ingresos, de forma que las ganancias adicionales al vender sus excedentes en los mercados locales, permite a las familias acceder a otros productos y servicios esenciales, a alimentos más variados, atención médica, educación y cubrir otras necesidades básicas. También se dinamizan las economías locales, lo que mejora el bienestar general de la comunidad, y reduce los niveles de pobreza y la prevalencia de malnutrición.
Para que este aumento sea sostenible y efectivo, debe ir acompañado de políticas que promuevan el acceso equitativo a los alimentos, mejoras en las infraestructuras, empoderamiento económico de las mujeres y la estabilización de las áreas afectadas por conflictos. En la RDC, las mujeres campesinas tienen un papel esencial en la mejora de la dieta alimentaria y en la formación de hábitos saludables. Estas mujeres, protagonistas del proyecto, son las principales responsables de cultivar, seleccionar y preparar alimentos, impulsando prácticas agrícolas sostenibles y el uso de cultivos ricos en nutrientes. A través de su trabajo, no sólo aseguran el acceso a una alimentación variada y equilibrada, sino que también transmiten conocimientos sobre la nutrición y los buenos hábitos alimenticios a los suyos y en su entorno, promoviendo una mejora en la salud general y el bienestar de sus comunidades.
lunes, 14 de octubre de 2024
LIBROS DE TEXTO DE PRIMARIA Y SECUNDARIA AL COLEGIO AZOBE DE YAOUNDE (CAMERUN)
Este verano hemos aprovechado que un grupo de alumnos de Bell-lloc (Girona) que acababan los estudios, e iban a Camerún de campo de trabajo para ayudar a una construcción solidaria, les llevaran unos cien libros de texto nuevos en francés de cursos de primaria y secundaria a la escuela AZOBE de Yaounde, como donación de GIRAFRA.
Parte de los libros enviados
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